Corazón sosegado

Incluso cuando el sopor inunda el hogar en las tardes de verano, se convierten en segundos de tranquilidad aquellos ocultos entre horas de abrumada lentitud. Se trata de una paz ilusoria que parece preceder a un gran revuelo. Sin embargo, la tarde nunca se acaba y aquella etérea ilusión permanece en la mente de aquellos que olvidan un deber, una engañosa forma de sosegar a un corazón asustado. 

Comentarios

Entradas populares de este blog

Ruta Úbeda y Baeza

Reto 2: perdido.